Aquella tarde de sábado me decidí a acercarme con mi pareja a Vielsa. Semanas atrás me habían hablado de ella en las redes sociales de twitter y facebook, había visitado su página web, pero todavía no conocía su establecimiento. La llegada del otoño nos empujaba, a mi recién marido y a mí, a proveernos de algunos electrodomésticos para amortiguar el eco del estrenado piso.
-Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarle? -me dijo uno de sus dependientes.
-Hola, necesitamos una secadora.
-Muy bien, pasen por aquí. ¿De condensación o de evacuación?
Tras un diálogo, y mientras nos servían un café Nespresso, nos decidimos por una secadora Miele con bomba de calor. La clase energética A y la opción de pagar en cómodos plazos nos animó, además, a llevarnos un radiador y un Blu-ray para las tardes dominicales de sofá y manta.