En primer
lugar, transmitirles el deseo de un Feliz Año por parte del equipo de Vielsa, esperando seguir siendo depositarios
de su confianza a lo largo del presente año.
Hoy,
dedicaremos la sección de consejos de compra a la secadora, por fin convertido
en un miembro más de la familia.
¿Por qué comprar una secadora? La secadora
se ha incorporado recientemente a los hogares españoles, haciéndose
imprescindible. El “Tribunal de las Habladurías” no ha conseguido quemarla en
la hoguera. Sin duda, no ha gozado de buena fama: es cara, estropea la ropa…
Los usuarios, en cambio, solo le ven ventajas. ¿A quién creemos?
Desmontando mitos
“La secadora estropea la ropa.” Esta
afirmación no responde a la verdad. El desgaste de la ropa se debe en un 70% al
hecho de usarla. Un 20% se debe al lavado. Solo el 10% es producto del secado,
produciéndose dicho desgaste también cuando tendemos la ropa.
“La secadora gasta mucho.” En sus orígenes las secadoras consumían
mucha energía. La mayoría eran de clase “F”.
En la actualidad, prácticamente todos los modelos son de clase “B,” e
incluso “A,” logrando un ahorro de hasta un 66%.
Ventajas
Eficacia, ahorro de tiempo. Adiós a las largas horas tendiendo la ropa, a la
falta de espacio. Me vienen a la memoria
imágenes tan elocuentes como el tendedero en la bañera, los famosos radiadores
– colgadores, la lencería en el patio del vecino, el vaquero húmedo cuando más
lo necesitas y toallas que tardan en secarse tres días. Cuando termina la
secadora, 1/3 de la ropa no necesita
planchado. El resto, se plancha mucho más fácil, la ropa sale suave, acabándose
las telas ásperas. La opción de planchado fácil de algunos modelos, reduce el
tiempo de planchado a la mitad.
Las habladurías
han sido desmontadas, se han señalado las ventajas. La conclusión es sencilla. La solución es la secadora. Su carta
de presentación es la rapidez. En una o dos horas – según programa- tenemos la
ropa lista. Las sorpresas desagradables
se acabaron.
Como la vecina,
tendré la ropa perfectamente seca y menos arrugada. Nunca más volveré a estar
pendiente del hombre del tiempo (salvo para irme de vacaciones). La secadora,
como Vielsa, me hace la vida más fácil.